El lun, 20-10-2003 a las 13:30, Carlos E. R. escribió:
El 2003-10-19 a las 00:48, Alejandro Ortega Paez escribió:
Voy a tener que dejar las ironías en los correos... O no se entienden o son muy malas las mías...
Las ironías se marcan con un smiley o emoticón: ";-)" Si no lo haces, es imposible conocer el "tono" de lo que se escribe, porque no se oye ni se ve la cara de quien lo hace. Pero es que ni aún diciendo que es una ironía veo donde está ésta en el parrafo "quoteado" de arriba :-?
Entonces, Carlos, los poetas tendrían que usar también emoticons para reflejar una idea o expresar una metáfora para que sea entendida, ¿no?
Pero nosotros no somos poetas.
Ya, me lo imagino. Quise expresar la palabra "poetas" intencionadamente, más que nada porque son los mayores constructores de imágenes, emociones, sentimientos e ideas. Pero, también podría haber dicho novelista o escritor o ensayista o juntapalabras.
Y los emoticones tienen una ya muy larga tradición en los mensajes electrónicos.
Por desgracia, sí. Igual que el famoso pie de mensaje, intentando ser una declaración de principios, en que no se acentuaban adrede las palabras, a lo que yo añadiría (y lo sé por experiencia) que más que eso, se debe a cierta falta de dominio real del lenguaje, porque, curiosamente, quienes lo incluyen son los que más saben sobre su desconocimiento de los signos de puntuación y acentuación.
Los signos de puntuación creo que están para algo. Y por eso suelo utilizar mucho los puntos suspensivos. Lo de los emoticons es para darle gráfica al asunto, pero no es lenguaje.
No "eran" :-)
No, Carlos, no. No lo son, ni lo serán nunca. Son graciosos, Pero nada más. El lenguaje es el formado por el conjunto de vocablos que incluye cualquier diccionario serio. Seguro que doña María Moliner, si aún viviera, claro, no incluiría los llamados "emoticons" (emocíconos, más bien tendríamos que decir en español, ¿no?) en su maravilloso diccionario, ni la serpenteante Academia lo hará jamás. Aunque por esto último, la verdad, no pondría la mano en el fuego. Pero, basta de discusiones, que no somos poetas. Un abrazo, Alejandro.
-- Saludos Carlos Robinson