El día 18 de enero de 2009 10:12, Carlos E. R. <robin.listas@telefonica.net> escribió:
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El 2009-01-18 a las 11:37 +0100, Camaleón escribió:
El 18/01/09, csalinux escribió:
Arráncalo, por Dios!!! :D
Tiene que estar en youtube...
Carlos Sainz: "Trata de arrancarlo, Carlos, por Dios" <http://es.youtube.com/watch?v=w-95MdfJouc>
El coche a punto de incendiarse y ellos tratando de arrancarlo. Daría risa, sino fuera porque duele.
Tengo que echar un vistazo a los videos que ha puesto Juan, en la tele no he tenido mucha ocasión de verlo.
¿No ha tenido más incidentes la carrera que otros años? Igual se han pasado de dificultad al planearla. Me hubiera gustado ver que hubiera pasado con los vehiculos a 4000 metros... a esas alturas funcionan mejor los "motores" de vapor que los de gasolina.
El año que viene lo harán mejor.
Etienne Lavigne: "Fue un Dakar histórico" 15:37 El director del rally elogió el compromiso oficial y del público: "Correr ante toda esta gente apasionada fue una recompensa". Sobre las chances de repetir en América, dijo que "falta mucho para definirlo". Pero limitó las plazas a Argentina-Chile o la zona del Magreb, en el norte de Africa. http://www.clarin.com/diario/2009/01/18/um/m-01842106.htm Rostros de cansancio, pero también de satisfacción. En la mañana del domingo, bien temprano, en La Rural, llegó el momento de evaluar qué dejó el Dakar 2009. Allí, acompañado por autoridades de Argentina y Chile, Etienne Lavigne -director de la competencia- afirmó que se trató de "una edición histórica". Y cerró las chances para el año próximo, por el momento, a dos posibilidades: reeditar en estos dos países o explorar en la zona del Magreb, en Africa. Sentado junto al Secretario de Turismo de la Nación, Enrique Meyer, y al Secretario de Deportes de Chile, Jaime Pizarro, el máximo responsable del Dakar afirmó que "fue un Dakar fenomenal en términos de éxito y atracción popular". "Hemos encontrado aquí sensaciones que habíamos olvidado en el Dakar. Fue maravilloso volver a tener esa sensación de descubrimiento", expresó Lavigne, para luego agregar: "Al comienzo decíamos: 'no hay casi nadie, se fueron todos de vacaciones'. Pero luego nos impresionó la calidad y calidez del recibimiento, y el respeto a los pilotos, cómo los alentaban". "Correr delante de toda esta gente, tan apasionada, tan afectuosa, fue una recompensa, es histórico", consideró Lavigne. "Fue un fabuloso descubrimiento de estos dos países. Los competidores estaban asombrados por la belleza de los paisajes. Por ejemplo, hubo mucha emoción durante el paso de San Francisco (durante la etapa Copiapó-Fiambalá, a más de 4.600 metros sobre el nivel del mar)". En cuanto al futuro de la competencia, Lavigne consideró que "falta mucho para evaluar si se repetirá aquí o en otra parte. Queremos volver a Africa occidental, pero solamente cuando sea posible", en referencia a las amenazas terroristas y problemas políticos que fueron minando el camino del Dakar hasta finalmente, en 2008, cancelarlo. Así, habló de otro territorio factible, en la zona del Magreb africano, que "podría activarse en cualquier momento", aunque "por ahora estamos en Buenos Aires, y nos comprometimos a dar una respuesta (sobre la repetición o no por estas tierras latinas) lo más rápido posible". "Vamos a hacer un análisis global. Había muchas organizaciones ambientalistas preocupadas por el paso del Dakar. Tenemos que consultar a todos antes de hablar del futuro", explicó. "Fue un año de trabajo muy pesado. Quiero agradecer el trabajo hecho por la Gendarmería argentina y por los Carabineros de Chile. También fue un Dakar muy difícil, por eso felicito a todos los competidores que lo terminaron", expresó. En cuanto a esto, los organizadores ofrecieron algunas cifras. En motos, largaron 217 competidores y terminaron 113, o sea el 52 por ciento. En quads (se hizo referencia a un (Marcos) "Patronelli extraordinario"") llegó igual porcentaje, mientras que en autos fue un punto menos. En total, llegó el 54% de los que habían partido de Buenos Aires en la madrugada del 3 de enero. Sobre los "recortes" en las etapas, una constante durante la competencia, Lavigne afirmó que "hubo que hacerlo, teníamos que acortar. Si no lo hubiésemos hecho hubiese sido irresponsable". En cuanto a esto, consideró que "en el futuro, habrá que tener en cuenta más las condiciones climáticas y el desgaste de los caminos por el paso de los vehículos". En cuanto a la muerte de Pascal Terry, a quien se tardó 56 horas en encontrar y con quien se cometieron graves errores en el proceso de búsqueda y rescate, Lavigne se limitó a decir que hay "una investigación en curso" y que el cuerpo del piloto fue inhumado el pasado viernes en Normandía. Antes de Lavigne había hablado Meyer, quien consideró que el Dakar "fue una fuerte promoción, y ha sobrepasado las expectativas. Seiscientos millones de espectadores en todo el mundo vieron a la Argentina, en un evento que poco a poco fue tomando impulso y que se convirtió en un Mundial del automovilismo. Fue una fiesta" País Dakar Ni el calor agobiante, ni la previsible tranquilidad de una carrera ya definida, ni siquiera el hecho de que desde Carcarañá hasta Palermo los corredores fueron ya en ese paseo que es el enlace final. Nada frenó las ganas de la gente por ver el desfile final de la caravana Dakar. En cada banquina de la autopista Córdoba-Villa María desde la madrugada, en cada curva del santafesino camino de tierra del especial que desembocó en Carcarañá, en los costados y en los puentes de la autopista 9 y la Panamericana, en la vereda de cada cuadra porteña desde la General Paz a La Rural, una multitud de fanáticos saludó a los pilotos en el último tramo de esta carrera que se llama Dakar pero que sin ningún problema podría llamarse Gran Premio Buenos Aires-Buenos Aires. Porque esa es la sensación que transmitió la gente que desde el primer día, en Palermo, en Saladillo y en Trenque Lauquen desebordó cualquier cálculo previo para, literalmente, enmarcar la carrera. Fue como si las viejas fotos de los grandes premios de Turismo Carretera hubieran tomado vida y color y las inolvidables cupecitas se hubiesen transformado por arte de magia en camionetas cuatro por cuatro. Como si un gen de fascinación por las carreras de ruta se hubiera guardado latente en la cultura de los argentinos esperando ser liberado de la botella. La mayoría de ellos no es tuerca del año 0 y ni siquiera espectadores habituales del automovilismo televisado (hasta hubo quienes agitaron camisetas de fútbol al paso de los autos). Fueron mujeres, chicos, abuelos, familias enteras, grupos de amigos dispuestos a dejarse fascinar por el Dakar con la misma entrega con la que el espectador se sienta en la butaca de cine a creerse la película. ¿Cuántos fueron los argentinos que hicieron de esta carrera la "País Dakar"? ¿Dos millones? (Un informe de la secretaría de Turismo habló de un millón y medio de espectadores hasta el jueves). Es imposible discutir esa cifra y es posible pensar que fueron incluso más los que la vivieron. Pero los números en estos casos sólo son tenues indicadores. No dan cuenta, no pueden darla, del fervor y el calor de la gente. Las imágenes se hicieron más fuertes en los pueblos y ciudades en los que la carrera se detuvo al fin de cada etapa. En Santa Rosa y en Córdoba pasando por Puerto Madryn, Jacobacci, Fiambalá o cualquiera de las otras ciudades, el clima fue de fiesta cívica versión siglo XXI. Hubo aquí y allá banderas argentinas --más alguna de alguna colectividad que saludó al piloto de su país de origen-- y casi una cámara digital por persona. En los caminos de tierra, las huellas y senderos en los que los autos pasaron en carrera, no hubo las multitudes de las ciudades, pero sí grupos de cuatro a 200 personas con sus reposeras o sus tribunas improvisadas al uso nostro. ¿Qué otra palabra usar para el techo del camión jaula de ganado que en las cercanías de General Acha fue el mangrullo privilegiado de 20 pampeanos? Ellos, como miles y miles, se quedaron allí listos a comerse la tierra de la primera moto y el último camión casi con entusiasmo. En 15 días las imágenes son muchísimas y muy variadas. Si Clarín tiene que elegir una es la de esa bandera de arpillera plástica blanda pintada a mano con letras celestes por Guillermo, el rionegrino que apenas podía creer que la troupe Dakar pasara por su pueblo. "Gracias por visitar Maquinchao, Dakar 09", expresó. Como en la canción que hizo famoso a Chico Buarque, mucha gente soñó vivir un mundo mejor al paso de la banda del Dakar. Un paso que los pilotos --"El apoyo de la gente ha sido precioso", dijo el español Marc Coma en una frase que sintetiza el pensamiento de casi todos sus colegas- disfrutaron tanto como la gente. Ayer, en La Rural, mientras llegaban los autos, desde un parlante sonaba la armónica de Hugo Díaz con una melodía inconfundible y la letra venía automáticamente a la cabeza: "Mano a mano hemos quedado". http://www.clarin.com/diario/2009/01/18/um/m-01842086.htm -- Para dar de baja la suscripción, mande un mensaje a: opensuse-es+unsubscribe@opensuse.org Para obtener el resto de direcciones-comando, mande un mensaje a: opensuse-es+help@opensuse.org