El mié, 20-04-2005 a las 19:09 -0300, Juan Erbes escribió:
Por mi experiencia personal, se adaptan mejor los usuarios que no tienen ninguna experiencia con M$, que los que ya están contaminados con el engendro. En cuanto a los usuarios de Mac, creo que tambien se adaptan mejor, que los que están contaminados.
¡Cierto! Éste es, realmente, el quid de la cuestión. Y no que el Ventanuco sea más esto o lo otro. No. Quieren ver siempre la misma cara, la misma voz, el mismo carácter y el mismo todo en la misma persona que conocen, y eso, claro, es imposible. Estoy hasta casi harto de contarlo: mis dos hijas (de 7 y 5 años) sólo utilizan linux, y ha habido ocasiones (en casa de sus primas, por ejemplo) y corrían a pedirme ayuda, diciendo: "Papá, este 'ondenador' no tiene fondos con numeritos. No me gusta..." (Se referían al paginador de KDE, para cambiar de escritorio virtual). Y esto es sólo un pequeñísimo ejemplo. Me consta que se sienten comodísimas, y me preguntan muy poco para hacer esto o lo otro. A veces abren cincuenta OpenOffice, pero bueno, sólo eso. Y ése es el quid, repito. Yo lo critico, aparte por ser prácticamente siempre de color azul, porque me siento constreñido, oprimido, como si me sentara al lado de cinco personas en un sofá de dos plazas. Creo que salta a la vista. Pero, no es sólo eso. Es más. No caigamos en falsas metonimias: principalmente, el confundir la parte por el todo, o el todo por la parte. Es decir. Si una aplicación es fácil de manejar, habrá que agradecérselo a ESA aplicación concreta, y no a todo el Ventanuco. Un abrazo, Alejandro.
Saludos, Juan